Héctor Ulises Palacios nace en 1982 en el estado de México dentro del seno de una familia para la cual, el fútbol americano era algo muy importante.  Esta tuvo una gran influencia para que él se sumergiera en la vida de este deporte desde muy pequeño.  Actualmente, el coach Héctor tiene en sus manos la coordinación de reclutamiento y es entrenador de los cornerbacks en el programa de fútbol americano de la Universidad de las Américas Puebla.

Héctor es el más pequeño de 4 hermanos, uno de los cuales era también jugador de futbol americano, por lo que esto contribuye a tomar gusto por este deporte desde los 6 años.  A esa misma edad, se vuelve fan de los Pittsburgh Steelers, equipo que hasta el día de hoy sigue fielmente.  Su camino como jugador comienza a los 7 años cuando ingresa a jugar en el equipo de Bucaneros de Satélite. Posteriormente, ingresa a ligas juveniles del equipo Redskins en Lomas Verdes. Cuando por fin llega el momento de estudiar la universidad, elige aceptar una beca del ITESM campus Toluca donde cursa la carrera de administración de empresas. Sin dejar de lado su pasión por el futbol americano y a la par de sus estudios, cumple su elegibilidad en liga mayor.

Cuando se gradúa de la universidad, recibe la invitación de un buen amigo suyo para viajar a España y entrenar durante 6 meses a los Giants en la ciudad de Valencia. Sobre lo cual, Héctor comenta que le sirvió para valorar su futuro en esta noble profesión; en España tienen una muy buena percepción del nivel de fútbol americano que tiene México. Cuando finaliza este periodo, Héctor queda muy agradecido con el futbol por abrirle camino a este tipo de oportunidades y regresa a México decidido a seguir por el camino del coaching.

Durante dos años: 2009 y 2010, forma parte del staff de coaches del ITESM campus Toluca. En el 2011, cuando se abre una convocatoria para un puesto como entrenador en la UDLAP, decide aplicar y finalmente se une al staff de los Aztecas. “Me gustaba mucho la forma en cómo estaban haciendo las cosas dentro de los Aztecas y creía que era el momento para intentar algo nuevo y al mismo tiempo, para buscar un crecimiento profesional. Sabía que me iba a dedicar a esto y necesitaba un lugar que me pudiera brindar las herramientas necesarias para cumplirlo. Confié en que este programa fuera el indicado para eso y así fue”, comenta coach Palacios.

De acuerdo con Héctor, la experiencia de trabajar en el programa de Aztecas le ha brindado muchos beneficios y satisfacciones, le ha ayudado a madurar como entrenador. Además, la oportunidad de cambiar de un programa a otro y trabajar con nuevas personas, ver otra forma de hacer las cosas a la hora de entrenar; enriquece mucho la vida laboral. Y al final, en su opinión, se debe de escoger lo que mejor hace cada uno de ellos y fusionarlo para hacer mejor el trabajo posible.

“Para mí, trabajar aquí representa mucho, es un honor y un orgullo formar parte de este equipo de trabajo que incluye a los entrenadores, a todas las personas que están detrás de esto, y a los jugadores obviamente. Es una gran responsabilidad saber que estamos en el mejor programa del país”, dice Héctor.

De las cosas que más le brindan satisfacción al coach Héctor, es el haber ganado los campeonatos 2013 y 2014. Por el lado personal, lo más satisfactorio es tener un impacto en la vida de los jugadores. Le llena de satisfacción ver que se titulen y verlos pasar por ese proceso de cambio, desde que empezaron en el programa y a través de 5 años verlos totalmente diferentes, mucho más maduros y más centrados, habiendo sido capaces de asimilar el Personal Quest for Greatness que rige al programa de la UDLAP. Pero en sí, lo que más disfruta es el poder conocer a las familias de los jugadores y verlos agradecidos por lo que ha hecho este programa por ellos. Acceder a esta oportunidad de conocer en un nivel más profundo a las familias del jugador, ayuda a que se haga un vínculo muy fuerte y esto permite que los coaches perciban la gran responsabilidad y adquieran el compromiso de saber que tienen que estar al pendiente de cada miembro del equipo para que logren ser exitosos en las aulas y en el emparrillado.

Algo que también considera de mucha importancia es siempre intentar hacer el mejor trabajo posible en cada una de las áreas en las que está involucrado. Cuando hablamos sobre malas experiencias, Héctor tiene una forma de ver las cosas: “Yo creo que todas las malas experiencias que se viven, duelen en el momento. Pero este deporte nos ha enseñado a salir adelante a pesar de que las cosas no salgan bien y a siempre buscar cómo hacer las cosas mejor de lo que se habían hecho ya”.  Esta filosofía se relaciona directamente con el Personal Quest for Greatness del equipo la cual, en uno de sus apartados dicta “Fulfill your Potential” lo cual, se refiere a que se debe ser competente en todas las fases de la vida y aunque a veces haya fracasos no hay que dejarse derrotar por estos.

Se puede percibir al coach Héctor muy a gusto en el programa y que continuamente está buscando el crecimiento profesional.  Cabe mencionar que este año comienza una nueva etapa, con un nuevo reto como coordinador de equipos especiales.

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