En esta ocasión, tenemos la oportunidad de conocer más a fondo a Óscar Sánchez Enríquez, un Coach originario de la ciudad de Puebla y que llega a Cholula para estudiar en la Universidad de las Américas Puebla y posteriormente ocupar la posición de coordinador de video y entrenador de la línea defensiva del equipo Azteca.

Desde pequeño, la familia del coach ya podía percibir que Óscar iba a estar involucrado con el futbol americano. Su mamá platica que en su casa y con solo 2 años ya solía disfrazarse como si tuviera un uniforme de futbol americano, poco tiempo después de aprender a caminar. Usando calcetines como hombreras y como balón, tomaba el casco de su hermano mayor para jugar y taclear lo que se encontrara en el camino. Un poco de este gusto, se debía a que su hermano que le lleva 9 años de edad, practicaba este deporte en el equipo Osos Blancos del entonces ENEP Aragón.

Desde muy pequeño Óscar ansiaba jugar futbol americano, pero desafortunadamente, no había equipos infantiles en Puebla para que el pudiera hacerlo. Su familia también lo apoyaba con esta idea e incluso buscaron armar un equipo e hicieron lo que estaba en sus manos para que sus hijos pudieran jugar americano. Desafortunadamente, no se encontró la forma en ese momento. Sin embargo, el que no hubiera donde practicar el deporte favorito del Coach, no fue una limitante.  Cuando empieza a estudiar la secundaria en el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, se entera de que existe en la escuela un equipo de juveniles y no pierde la oportunidad de pedirle al coach de que lo dejara entrenar junto con el equipo, aun siendo más pequeño que los demás integrantes de preparatoria, mientras él se encontraba todavía en secundaria.  El coach acepta y deja que Óscar entrenará con ellos como si fuera uno más del equipo, pero claramente sin poder jugar en los partidos oficiales por su restricción de edad.  Así es como empieza su camino, finalmente logrando jugar el deporte que tanto ansiaba representando a su escuela en el equipo Venados Salvajes.

Óscar se vuelve parte de la comunidad UDLAP a los 15 años cuando se abren las juveniles en la institución, estando él, estudiando su primer año de preparatoria. Aquí demuestra tener un buen desempeño durante su estancia en las 4 categorías juveniles. Cuando finaliza la preparatoria, empieza a buscar opciones de estudio con una beca deportiva y entre sus opciones estaban la UDLAP y el ITESM CCM, pero por alguna razón sus papás optan para que su hijo estudiara en la UDLAP y al final esa fue la decisión que él toma.

Comenta Óscar que antes no se contaban con becas del 100%, comenzando con cuarto de beca y posteriormente, según su desempeño tenían la oportunidad de aumentar el porcentaje. Después de jugar dos temporadas en la categoría intermedia que era parte del equipo Aztecas y ya en su segundo año de estudiante en Ciencias de la Comunicación, llega a jugar en liga mayor.

“A mí me encantó estudiar la carrera en Ciencias de la Comunicación, la carrera más divertida. Muy creativa, ya que se hacen varias actividades de escribir, producir videos, hacer grabaciones radiofónicas, guiones, etc. Aprendí de buenos y malos profesores, pero lo que me enseño más la UDLAP es el aprender a ser autodidacta, a que si quieres aprender algo está ahí a que lo busques. Eso me enseñó la universidad”, comenta Óscar sobre su experiencia como estudiante de la UDLAP.

Óscar empieza a sentir curiosidad por coachear durante su último año de liga mayor, así que, terminando su elegibilidad, pide ser entrenador en el Club Aztequitas A.C y los coaches lo admiten para que ejerciera como coordinador defensivo de la juvenil “AA”.  Gracias al buen desempeño que mostró en el Club Aztequitas, pasa a coachear en la liga intermedia con jóvenes universitarios en este mismo Club, pero ahora a la línea defensiva. Periodo que dura dos semestres y donde descubre que realmente disfrutaba mucho enseñar el futbol americano, convivir con los jugadores y todos los aspectos que conlleva esta profesión.

Después de esta etapa, coach Óscar deja de entrenar y se gradúa, comienza a trabajar en una agencia de publicidad y en el 2005 cuando el programa estuvo a punto de desparecer, por situaciones presupuestales, queda una vacante disponible que Óscar pasa a ocupar posteriormente, la de coach de la línea defensiva.

Desde el 2005 coach Óscar ha sido parte del staff, ha tenido la oportunidad de estar a cargo de la línea ofensiva de 2009 a 2011, consiguiendo el primer campeonato nacional bajo el mando de coach Eric Fisher. Después para la temporada 2012 regresa a ser timonel de la línea defensiva y ha permanecido hasta el día de hoy en esta posición, además es el Coordinador de Video del programa, por lo que tiene la oportunidad de practicar sus conocimientos de producción adquiridos en la universidad. Cabe mencionar que este rol es de suma importancia para el equipo debido a que, dentro de la coordinación, se encarga de grabar cada una de las jugadas en prácticas y partidos para poder recuperar detalles del desempeño de cada atleta y determinar cuáles son las correcciones que hay que hacer para mejorar como equipo.

Coach Óscar comenta que la parte académica del programa ha evolucionado bastante y él aprendió mucho haber estudiado en esas épocas. Los jugadores tenían que llevar todo el proceso administrativo para mantener su beca y eso le enseñó a ser proactivo. Pero algo bueno del programa ahora es que el staff es mucho más estricto en las calificaciones que llevan los atletas para procurar que no descuiden sus estudios, que puede provocar la pérdida de su beca deportiva.

Al hacer una comparación del programa Aztecas con otros, Óscar comenta: “He platicado con diferentes coaches, visitado otros programas aquí en México como en Estados Unidos y puedo decir que nosotros hacemos un trabajo muy profesional, muy eficiente y nos tomamos muy enserio nuestro trabajo. Intentamos hacer las cosas lo mejor posible todo el tiempo y por eso es que hemos tenido tan buenos resultado”.

Algo que Óscar aplica en su día a día, es hacer el mejor papel en cada una de las actividades realizadas, esto es algo que viene dentro del Quest for Greatness del equipo y que intenta siempre inculcar en sus jugadores. El hacer de cada día una obra maestra, la atención a los detalles en cada aspecto de su trabajo. Haciéndoles saber y darse cuenta de que las cosas se tienen que hacer bien para lograr resultados y tener éxito.

Por otro lado, coach Óscar dice que lo más valioso de ser entrenador es la convivencia con los jugadores, estar rodeado de ellos, verlos cumplir sueños, superar adversidades y aún más, superarse como personas. Él opina que quien no se dedique a esto por el beneficio o la superación de sus jugadores lo está haciendo por las razones incorrectas.

“Estoy viviendo un sueño, el vivir dentro del futbol americano, pues es mi pasión: el jugar, el ser coach y el convivir con los atletas. Estoy muy a gusto aquí en el programa y si me es posible seguir aquí voy a continuar. Lo que estoy haciendo en estos momentos, es lo que me encanta”, finaliza el coach Óscar.

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