Los Coyotes de la Universidad Tecnológica de Hermosillo (UTH) vivieron una auténtica odisea para cruzar el Mar de Cortés y conquistar su primer triunfo de la temporada frente a los Lobos Marinos del Instituto Tecnológico de La Paz (ITLP) el pasado sábado en la tercera jornada de la Conferencia Premier de la CONADEIP.

El equipo dirigido por el entrenador en jefe, Pedro Aguirre, perdió el ferry del puerto de Tepolobampo en Los Mochis, Sinaloa programado a zarpar a las 23:59 horas del viernes por la noche.

Un problema con el autobús proporcionado por la UTH ocasionó la tardanza y entre que se realizaba el cambio de vehículo terminaron por arribar a Los Mochis a las 00:40 horas perdiendo el transporte a La Paz.

“Estábamos preocupados por nuestra responsabilidad hacia la liga”, comentó Aguirre, “pero lo que más me dolía es que mis muchachos perdieran el partido sin siquiera jugarlo”.

Ante la adversidad, el estratega recurrió al coordinador del programa, Sergio Córdova, y este logró gestionar dos vuelos de Aero Calafia para arribar en Baja California Sur.

El equipo tuvo que ser divido en dos, una mitad voló directo a La Paz mientras que otra viajó a Cabos San Lucas y tomó un autobús de tres horas hacia La Paz.

El partido estaba pactado originalmente a las 15:00 horas del sábado pero debido a las circunstancias se cambió el horario a las 21:00 horas para poder celebrarse el mismo día.

“Estamos muy agradecidos con el coach de Lobos Marinos, Guillermo Ortalejo, por el apoyo que nos brindó y la disposición que mostró para cambiar el horario”, mencionó Aguirre, “él y todo su staff y cuerpo de jugadores mostraron una buena actitud deportiva y de compañerismo”.

A pesar de las dificultades y desgate físico del viaje, los Coyotes encontraron la fuerza interna para salir adelante y conseguir su primer triunfo como institución al doblegar a Lobos Marinos 14-9.

“Hablar de una victoria siempre es importante por haber ganado después de todo lo vivido sabe mucho mejor”, aceptó Aguirre, “pero no hay que conformarnos con eso y seguir trabajando”.

El calvario resultó ser una experiencia positiva para los Coyotes y el entrenador en jefe notó como la adversidad fue un catalizador para unir a sus pupilos.

“Se nota como el grupo está más unido después de todo esto”, admitió, “el equipo se hizo como una familia ante la adversidad”.

Ahora los sonorenses se prepararán para recibir a los Cimarrones de la UABC Ensenada y buscar su primer triunfo en casa de la campaña 2015.